Los trastornos de personalidad son un conjunto de perturbaciones o anormalidades que se dan en las dimensiones emocionales, afectivas, motivacionales y de relación social de los individuos.
Los trastornos de personalidad se incluyen como trastornos mentales del Eje II en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, y en la sección de trastornos mentales y del comportamiento en el manual CIE de la Organización Mundial de la Salud. Personalidad, que se define psicológicamente, como rasgos mentales y de comportamiento
permanentes que distinguen a los seres humanos. Un trastorno de
personalidad se define como experiencias y comportamientos que difieren
de las normas sociales y expectativas. Las personas diagnosticadas con
un trastorno de la personalidad pueden tener alteraciones en la cognición, emotividad, funcionamiento interpersonal
o en el control de impulsos. En general, los trastornos de personalidad
se diagnostican al 40-60% por ciento de los pacientes psiquiátricos, y
representa el diagnóstico psiquiátrico más frecuente.
Estos patrones de conducta son típicamente asociados con alteraciones
sustanciales en algunas tendencias de comportamiento de un individuo,
por lo general involucran varias áreas de la personalidad, y casi
siempre se asocia con perturbaciones significativas en la esfera
personal y social. Además, un trastorno de personalidad es inflexible y
se extiende a muchas situaciones, debido en gran parte al hecho de que
tales comportamientos anormales son egosintónicos, en el que los elementos de la conducta, pensamientos, impulsos, mecanismos y actitudes de una persona están de acuerdo con el Yo
y con la totalidad de su personalidad; y por tanto, se percibe como
adecuados por el afectado. Este comportamiento puede suponer estilos de
afrontamiento desadaptativos, que pueden conducir a problemas personales
y alteraciones tales como ansiedad extrema, angustia o depresión.
La aparición de estos patrones de comportamiento por lo general se
remontan al principio de la adolescencia y el comienzo de la edad adulta
y, en algunos casos, a la infancia.
Debido a que la teoría
y el diagnóstico de los trastornos de personalidad se derivan de las
expectativas culturales dominantes, su validez es cuestionada por
algunos expertos, sobre la base de su invariable subjetividad.
Ellos argumentan que la teoría y el diagnóstico de los trastornos de la
personalidad se basan estrictamente en consideraciones de tipo social, socio-políticas e incluso económicas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_de_personalidad
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